Hace mucho tiempo existió un cazador el cual contaba con un compañero qué era como un asistente de esta época, él lo acompañaba a todo lugar y así el cazador estuviera de mal humor él nunca lo abandonaba,
siempre tuvieron la oportunidad de trabajar juntos para así conseguir más presas, pero el cazador confiaba mucho en si mismo y nunca dejó que le ayudará a tomar alguna decisión, su compañero siempre creyó en el cazador y nunca dejó de seguirlo porque creyó que su labor era sencillamente estar allí para apoyarlo en lo que él decidiera.
Una vez se encontraron con una bestia la cual el cazador muy confiado de sí mismo dijo " yo puedo con ella no hay problema" el compañero con miedo de que le pasara algo al cazador decidió hacerle caso y se apartó para dejarlo ejecutar su gran hazaña, pero pronto vio que la gran bestia estaba a punto de devorar al cazador y solo en ese momento cuando el cazador se vio casi muerto reaccionó y recordo todos los momentos donde nunca tuvo en cuenta la perspectiva de su compañero donde prefirió su propio juicio y nunca dejó que fuera evaluado por alguien más y por eso decidió hacer algo que jamás había pensado hacer, pedirle ayuda a su compañero, exclamando con una gran voz dijo... " necesito de tu ayuda" en ese momento se lanzó a ayudarlo de inmediato y juntos derrotaron a esa gran bestia.
Esto está pasando el día de hoy casi siempre preferimos nuestras decisiones nuestro juicio y nunca tenemos en cuenta la voluntad de Dios nunca ponemos a prueba nuestro juicio nunca dejamos que toquen nuestro ego, pero Dios quiere que confiemos en él y en su juicio misericordioso, porque aquellos que aman a Dios todo hobra para bien.
Muchas veces el Espíritu Santo es como ese compañero que nunca nos abandona y que así confiemos en nosotros mismos y tengamos un juicio errado, la voluntad de Dios seguirá allí porque su intención siempre ha sido ayudarnos y por más doloroso que sea el cambio debemos acceder a él
por que nunca habrá mayor alegría que recibir las cosas reconstruidas después de dejarlas en las manos De Dios.
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